EL LATIGO DE LA INDIFERENCIA

Recientemente nos referimos al fenómeno de la Sobrevaloración. Ahora, nos preocupa también, el otro lado de la moneda, la contracara, el lado B: cuando el público, hiriente e injusto, victimiza obras, gestos, conceptos o a los autores de ellas, ignorándolos y en su máxima fatalidad, olvidándolos. Y es que cambian en el mundo las modas, las tendencias, las vanguardias y los gustos. Cambian por lo tanto, los representantes de tales, los paradigmas que antaño identificaron a grandes masas. Usted ve que las muchachas ya no bailan al ritmo de la Xuxa y sus Paquitas, sino al de el Team Mecano y el Reguetón. Fidel Castro logró, si bien no ser absuelto por la historia, al menos ser temporalmente olvidado, al aparecer un Osama-Bin-Laden, bastante mas poderoso y mediático. Ya no es el New Age, sino los neogurúes como Silo (o antes, Sabina), la era digital, e incluso el Blog. Ahora bien, bienaventurados quienes lograron durante esos minutos de fama (que estan muy lejos de ser 15), algún tipo de arraigo, seguidores o trascendencia. El resto sufre la cruel muerte súbita, cuando su aparentemente fiel público lo cambia, oportunista, por el nuevo ícono de moda. Usted ve Lector/a, que nadie está a salvo.
Y es que en ésta revuelta de medios, fans, publicidad e internet, la vida pública es corta y rápida. E injusta. Puesto todavía existe una minoría que nunca despegó y lo merecía. Hablamos evidentemente de nuestros protegidos, los Subestimados. A ellos pocos le reconocieron méritos. Sus personalidades bajo perfil no lograron la atención de los Medios, quienes cubrieron sus actuaciones friamente, arrebatándoles asi su última posibilidad de protagonismo, reemplazándoles por los mas variados parásitos mediáticos que supieron jugar sucio. Nombrarlos podria llevarnos días. Pero usted sabe que le hablamos de las Gemitas Bueno, las Geishas, Ladrones de Corneas y Organos, Casas de Vidrio, Mapuches incendiarios, etc.
Gracias a Dios todavía se pueden conocer espectadores fieles, marcados por dichos sucesos, que no olvidan los detalles que alguna vez les marcaron. Y se manifiestan, simpatizando con personajes o aspectos dignos a citar. Nuestro favorito es el Museo Ralli, institución a la que destinaremos una publicación completa. Las Termas Internacionales, están también en nuestras listas, puesto que, para ser el Wet´n Wild chileno, sufre una soledad bastante evidente. Y si seguimos hablando de haberes inmuebles, o instituciones subestimadas, están nuestros patrimonios (he visto pocos Chilenos orgullosos de su país, para que decir Santiaguinos de su ciudad. El primer sentimiento que les nace es el complejo). Y podemos seguir con la Dibam,el Sernac, la Conaf y una serie de Comunidades varias, que por su actuar honesto y discreto, se desvanecieron, muriendo. Es que la sociedad actual solo contempla a los hijos de la publicidad. No me diga que no. ¿Caridad? Fundación las Rosas o Hogar de Cristo. ¿Acción Social? El Techo para Chile, Infocap. El resto debe soportar el dolor de los azotes dados con el látigo de la indiferencia.

Humanamente, es donde este fenómeno ha recolectado su mayoría de víctimas. Quien no sabe colgarse correctamente al boom mediático, cae. Procure usted, no confundir a los Subestimados con los Olvidados, a quienes también destinaremos un capítulo. Por ahora piense en las personas que los la sociedad no valoró como debía. No piense en el Pollo Fuentes, pues pertenece al grupo recientemente citado, piense en nuestro querido J.C. Foxley, conocido como el "Dandy Chileno". El tipo es un verdadero aporte a la fauna televisiva, con sus experiencias con los Monarcas y portadores del estilo internacional, y aún asi no se le sigue como se debiera. Yo honestamente no entiendo: las señoras invierten sumas no menores en las Revistas Hola y Cosas, y sin embargo, se abstienen de atender a este Dandy, que con bastante simpatía relata los mismos temas, pero aliñados por su propia experiencia. Y para qué decir, cómo han azotado con aquel cruel fusta, a personajes dignos de horario estelar, como son Emeterio Ureta o Florcita Motuda. El rating favorece a los programas y conductores operantes en formatos predecibles. ¿Será por esto que Rafael Gumucio y Angel Carcavilla están limitados a medios alternativos?, ¿Acaso fue nuestro rasgo subestimador el que llevó al notable canal Rock and Pop a la quiebra?. Lo cierto es que personajes de aportes notables, no han recibido el reconocimiento que merecen. Por esto quizás, que ya no vemos a nuestro ídolo Eric Polhammer, jurado que sacaba la cara por el programa -también subestimado- "Cuánto Vale el Show". A esa hora los televidentes preferían ver a Los Venegas (comedia perteneciente al grupo de los olvidados) antes que oir los agudos comentarios de Lafourcade, Polhammer, o la benevolencia de Osorio y el desconcierto de Passalaqua respecto a números realmente malos. Preferían una comedia incluso mas mala que los números evaluados. Los noticieros se dan el lujo de publicar a veces, noticias enfadantemente ridículas, y aún asi los espectadores se resisten a la magnificencia de Ana Maria Apolo. Los intelectuales se quedan con el modo sofisticado de catedráticos profundamente soberbios y cada vez mas obsoletos, en vez de el estilo sobrio de Warnken. Telespectadores varios simpatizan antes con la cara amiga y la alta alcurnia de Pablo Mackenna, que con el modo astuto de Guerrero. Y se conmueven con la forzada inocencia de Catalina Bono, antes que la torpe maldad de Janis Pope.

Se jacta la gente de saberse los poemas numerados de Neruda, en vez de reparar en la fuerza de las obras de De Rohka, Tellier o Pesoa Veliz, entre otros. O el pragmatismo de Hahn, o la sensualidad de Rojas. No, siempre se van al blanco popular y simpatizan entonces, con en pluralismo de Neruda. Cuando les baja el aire latino y se menean con el Son Cubano, lo hacen solo al ritmo de Cumpay Segundo y todo el Soundtrack de Buena Vista Social Club. Y si les baja a los escuchas con la onda guitarrera-fogatera, se aprenden de inmediato las canciones de Silvio Rodriguez y de Pablo Milanés. Sin duda son ambos sumamente valiosos, pero no por eso, se le va a ignorar a Polo Montañez, el trovador del pueblo, poseedor de melodías escencialmente latinas.
Yo de verdad no logro entenderlo. Tampoco por ejemplo, que la fotógrafa Paz Errázuriz esté tanto mejor posesionada en ciertos círculos, que Pablo Valenzuela, cuyos paisajes son bastante mas humildes (un poco siúticos), pero honestos. Y así mismo no veo el motivo de andar vapuleando a las Artes Decorativas,que, mal que mal, cumplen con aquel simple objetivo,que es decorar. Ni el de mirar por abajo del hombro a las carreras técnicas. Grave error conceptual, hoy veo a mas Periodistas e Ingenieros Comerciales cesantes que a Técnicos Agrícolas y Contadores Auditores. Asumamos que Chile es un país cuya oferta es coherente a la realidad técnica.

Concluyendo, le daremos a usted algunas pistas para que evite caer en posibles confusiones. ¿Cómo reconocer cuando algo/alguien fue Subestimado? Muy simple, cada vez que usted sienta que la crítica y el público no evaluó una situación (obra, persona, gesto) de manera coherente a sus buenas impresiones respecto a dicha obra, sabrá de que le hablamos. Y cuando vea el circo político actual, por ejemplo, y se suma usted en la inmensa melancolía digna de las personas que aun extrañamos a Eugenio Pizarro, Manfred Max Neef, Sara Larraín, Cristián Reitze, Arturo Frei Bolívar e incluso el singular Fra-Fra (y por supuesto, las estrafalarias campañas presidenciales de tales, de cuyos contenidos nos referiremos en algún futuro), sentirá el peso de ver cómo este público injusto, va borrando a los personajes que hacen de nuestro acontecer algo insólito e impredecible, subestimando, y tras estigmatizar con aquella subestima, le castigan con el látigo de la indiferencia.