DE QUIEN SEA LA CULPA, CONTINUACIÓN DE LA PUBLICACIÓN ANTERIOR.


Lectores todos, los reintroduzco al tema explicándoles que hablamos de los personajes que, si bien han de tener alguno que otro mérito, han hecho de tales méritos, obras, actos o estilos de suma trascendencia. Les invitamos a reconocer a algunos de los personajes que deambulan por los medios, con mas aprobación de la cuenta.


En el mundo de los Cristianos, habrá que destacar a un par de curitas (el padre John, gurú de las señoras 4x4, y al cura Berrios, lider de juventudes, proclamador de la ambiguedad frente a varios postulados catequésicos) y a Sor Teresita. En el mundo de las letras, merecen cita los Nóbeles. Suena duro. Pero rumores cada vez mas concretos postulan a que el premio se les dió, mas por circunstancias geo-socio-políticas que por su obra lírica. Mal que mal, por algo no repararon en Huidobro (quien en la última Revista Libros aparece incluso mejor posesionado que estos), o en Carlos Pesoa Veliz, Angel Cruchaga Santa María, entre otros. Y no se puede una olvidar de Bolaño. Nada personal, pero estimarle por ser un "Escritor Cosmopolita" (qué es eso), me parece, francamente, vago e infundado. Y si nos remontamos a un par de años atrás, citaremos también a Carlos Martel(cuyo libro "Impunidad Diplomática" le valió el exilio), Jaime Baily, Diego Maqueira, a Pablo Hunneeus y por supuesto, al mas desconcertantemente sobrevalorado Pedro Lemebel. Respecto a Alberto Fuguet (uno de los preferidos de nuestras listas), haremos un capítulo aparte.
Lugares Comunes abundan dentro de los favoritos de las masas. Los daños ocasionados por la Dictadura (y la vigente responsabilidad de ésta en temas como educación y delincuencia), se oyen a diario. La filosofía-espiritualidad Oriental (concepto que abarca desde el Feng shui, pasando por el Tao, Yoga, Pilates, Acupuntura, Terapias alternativas, la obra de Osho, místicas Zen, meditaciones, entre otros), nos parece un poco invasiva. Lo mismo pensamos respecto a la victimización de las minorias, los marginales, pobres, raperos, delincuentes, grafiteros, etc. La falta de oportunidades no justifica la mala calidad de una obra.

Resumiendo, entienda usted que no decimos que los casos citados sean deplorables. Simplemente están mejor cotizados de los que deberían. El espectador suele encontrarse con que la obra de teatro o película que la crítica recomendó no le satisfacía (¿Le habrá pasado esto a usted con "Se Arrienda", "Play", "Sábado"?), que pagó de mas por una revista (casi siempre de las categorizadas como urbanas) que, una vez terminada consideró "pobre" (Le suenan a Ud. "ED", "Lat. 33", "Blanc"; "Paparazzi",e incluso "The Clinic" (ultimamente bastande dormido en los laureles)). O quizás solamente se vió frustrado, al sentirse profundamente desidentificado con una aprobación unánime respecto a programas de radio (Sandia, Buffet, Horizonte AM, entre otros), o frente a genialidades que aplaude pero no celebra (31 minutos, bueno pero no tanto), o al ver que, pasados los 15 minutos de fama, un espectáculo o personaje, siguen vigentes (la columna de Consuelo Aldunate dejó de entretenernos, y la Astrología de Pedro Engel dejó de parecernos creíble).O cuando note que los muertos valen mas muertos, (para qué apuntar a Salvador Allende o a Jaime Guzmán.).
Creame, el público, por tajante o unánime que sea, no es siempre el dueño de la verdad. Y un par de amigos del autor o personaje en cuestion, por muy persuasivos que sean, podrán convencer a los atorrantes y atolondrados, pero a Ud., lector/a heroico/a, no sabrán como hacerlo un fan, puesto que, como sea que le decoren las cosas, la verdad, está.