martes, octubre 11, 2005



DE QUIEN SEA LA CULPA

Debido a que este tema se ha extendido, he de dividir la publicación en dos:

El público se queja constantemente de ser subestimado. Y lo es, hecho que perjudica de manera preocupante tanto la relación de éste con toda muestra o exhibición, como a la calidad misma de lo exhibido. Lo que el público no ha reconocido, es su responsabilidad al respecto. Y es que nada puede ser mas nefasto para un correcto desarrollo, o una relación sana en estos ámbitos, que la Sobrevaloración, que si bien nace de sentimientos loables en el ser humano (el estimar, valorar o reconocer mérito), alcanza proporciones realmente trágicas.
Yo me pregunto:¿De qué se alimentará esta Sobrevaloración?, ¿Será dela ignorancia, la neotolerancia, o de la cobardía e impostura respecto a la opinión masiva? Como sea, el fenómeno existe, y como todo mal obviado, nos invade hasta en las más intrascendentes pequeñeces.
Es por esto Lector/a, que se le sugiere a Ud. reparar en toda persona, muestra, concepto, programa de TV, libro, película, vanguardia, revista, canción, o lo que sea con lo que se encuentre, y se cuestione si su aprobación (en el caso de haberla, claro) proviene de el verdadero deleite, o de los convencionalismos y su fuerte efecto. Manténgase distante de las pasiones de multitudes, al menos, hasta que haya dado con una opinión objetiva respecto al tema con el que sea que le tienten. Y ni se le ocurra abanderarse ciegamente, incluso si lo cuestionado le gustara: no estaría haciendo Ud. mas que el enorme daño de alejar tanto a receptor (público embobado, que aprueba y no se cuestiona) como emisor (hinchado el ego de tanto halago, se dificulta la autocritica)del camino hacia el vapuleado buen gusto.
Para empezar se le recomienda adoptar una postura escéptica frente a los medios, evitando asi ser parte del grupo de los condescendientes que, sumidos en ésta vorágine de-sobadas-de-lomos y lamidas-de-culos, aplaude. Pareciera que frente a la duda, admiran, cuando todos sabemos que el consejo es abstenerse. Por eso, no se embobe con toda novedad, que Santiago no es Walt Disney. No vaya a ser que sin notarlo se vea de repente, en una de esas manoseando el relativamente nuevo concepto sicológico, que es la Inteligencia Emocional. Está bien, es bonito y novedoso, pero no ignore usted las virtudes cardinales, y no caiga en justificar a los nulos en áreas intelectuales, atribuyéndole esta nueva inteligencia. Cómo si la incapacidad para resolver una ecuación matemática le haga automáticamente a individuo mejor persona. Tambien hay tontos malo, sépalo.
Por favor no rinda culto a todo personaje autodestructivo, que por el sólo hecho de serlo, se le ha mitificado en vez de cuestionársele la calidad de su obra. No vaya a postular en que los genios de la música son Kurt Cobain o Jim Morrison, si bien tenían talento,no el suficiente como se les confiere. Ni que el mas grande del cine era James Dean, que de vivir jamás habría llegado tan lejos. Bajo la industria de Hollywood han saltado varios personajes de méritos mas concretos. Espero que no enganche tampoco con las posturas oportunistas de los Neoecologistas, que si bien tienen razón, exageran. O por favor no martirice a las minorías étnicas. No se les ayuda pensando que la modelo mapuche es hermosa,(efectivamente es bonita, pero no una belleza única), o que los poetas Chihuenlaf y Lienlaf escriben mejor que el resto, o que la pianista Rapa Nui Mahani Teave es de un talento notable. No. Sabemos que sus talentos están siendo evaluados según su realidad racial y no según la calidad de sus obras. (Aclaro, no estoy cuestionando sus capacidades si no la recepción por parte de nosotros, los espectadores.)
Concluyendo, le ayudaré a usted lector/a, citándole algunas situaciones o personajse, que encabezan según un grupo encuestado, los íconos de la sobrevaloración. Téngala siempre a mano, puesto que con un público tan imparcial, es fácil confundirse. Por eso, no se olvide nunca de que Lucho Jara podrá ser un buen cantante, pero buen periodista, o conductor no. A un soberbio ignorante, difícil le resultará llevar una entrevista lejos. Por favor no se conmueva con la buena onda de Catalina Bono, con la seudo rebeldía de Jorge Gonzalez (¡¡Por Dios!!, está viejo ya para seguir en esas), con los papeles (¿o papelones?) tiernoides de Gonzalo Valenzuela, con el look-de-animador-UDI de Rafa Araneda y Cristián Sanchez. A los oportunistas mediáticos desprécielos. Nada de ser fan de la Geisha, el Negro Piñera, la Kenita Larraín, Juanito Yarur, Pablo Mackenna, Michelle Bachellet, Amaro Gómez Pablos, Jordi Castell y por supuesto, el suedoalterna de Sergio Lagos. Y si reparamos en el Oportunismo Mediático Internacional (aunque hay q decir que todo personaje sobrevalorado está en deuda con los medios), es un deber citar a Michael Moore (no más descubrió la gallina de los huevos de oro -el antimperialismo- y se dedicó a repetir la fórmula. Casi me atrevería a firmar con sangre que hará varios documentales y programas de televisión mas, enfocados en la violencia yanqui y en la maldad de Bush).
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